sábado, 5 de enero de 2008

2. Informe expositivo



Las Cruzadas

Fueron expediciones religioso-militares, organizadas durante el siglo XI al XIII por los cristianos (normalmente a petición del papado) contra los musulmanes para reconquistar Tierra Santa.
En realidad, estas campañas tenían unos intereses más personales, los cuales no coincidían con los que explicaban mediante la religión. Se trata del afán de la nobleza de expansión, del control comercial de Asia, ya que la ruta de Europa hacia a Asia (principalmente por especies) pasaba por allí, y la hegemonía del papado sobre esta zona santa.
El origen de la palabra proviene de la cruz hecha de tela que los soldados que participaban en las cruzadas llevaban como insignia.
Las cruzadas más importantes y mayoritarias fueron las dirigidas hacia oriente: Tierra Santa. Estas expediciones que fueron y son tan discutidas, tuvieron sus causas:
Todo tiene que ver con el Imperio Bizantino, con la capital en Constantinopla, en un lugar estratégico militarmente y comercialmente, en medio de todas las rutas comerciales. Era la ciudad más poderosa del momento. Con un gobierno centralizado y absoluto, y un gran ejército profesionalizado, Basilio II al poder, absorbió sin problema todos los pueblos de su alrededor. Pero tras la muerte de éste, fueron subiendo al trono del imperio emperadores incompetentes que llevaron a la debilidad del imperio, a la vez, que en Asia Central, unas tribus nómadas se hacían fuertes y se expandían. Una de las más importantes, los turcos selyúcidas, derrotaron al ejército imperial en la batalla de Manzikert, obligando al imperio ceder la mayor parte de los territorios de Asia Menor, y teniendo a los enemigos a pocos kilómetros de la capital. Esta tribu, también avanzó por el sur, conquistando la ciudad santa de Jerusalén, un año antes de la batalla de Manzikert. Estos dos hechos hicieron temer por el mundo cristiano de ser engullido. En 1801subió al trono del imperio un emperador más capaz, llamado Alejo Comneno, que quería hacer frente a los turcos. Pero vio que el solo no podía hacer nada contra ellos, por lo que buscó ayuda en occidente. Alejo quería vencerlos con sus tropas imperiales, junto con un ejército mercenario normando. Envió emisarios al Papa Urbano II para que le ayudara en el reclutamiento de los mercenarios, ya que la Iglesia en aquella época podía influir de manera sorprendente en Europa. Entonces convocó un concilio para exponer la petición de Alejo, y organizaron las cruzadas. Éstas de dividen en ocho cruzadas:

Primera Cruzada:
El Papa Urbano II puso en práctica después del concilio de Clermont la primer cruzada, llamada ¡Dios lo quiere!, que va desde 1096 hasta 1099. Fue dirigida por Pedro el ermitaño (Pedro de Amiens), formada por gente humilde sin ninguna experiencia bélica. Se dirigieron hacia oriente, provocando matanzas de judíos por el camino hasta llegar al Imperio Bizantino, donde Basileus los envió al otro lado del Bósforo, donde los mataron a todos sin dificultad. Después de esto, hubo otra cruzada, llamada la cruzada de los príncipes, más organizada y con contingentes armados y preparados. Estos recuperaron algunos territorios perdidos por los bizantinos anteriormente. Se dirigieron hacia el sur y pasaron por territorio selyúcida, donde consiguieron importantes victorias. Luego, conquistaron Antioquia, la cual no la devolvieron al imperio, sino que se la quedaron. Desde allí, fueron hacia Jerusalén, conquistando otras ciudades por el camino hasta la capital, la cual cayó en 1099, proclamándose primer rey a Godofredo de Bouillon.
Gracias a la división de los estados musulmanes, los cruzados pudieron estar sin problemas en Tierra Santa durante muchos años, conquistando algún territorio más y creando condados y aliados. Mientras estos se acomodaban y el espíritu que tenían por las cruzadas iba desapareciendo, en los musulmanes iban creciendo las ganas de reconquistar los territorios. Algunos caudillos unieron los estados musulmanes para enfrentarse a los cruzados y reconquistarlo. El primero fue Zengi, que conquistó uno de los estados de los cristianos llamado Edesa. Esto provocó la segunda cruzada:

Va desde 1145 hasta 1148. Fue promovida por el Papa Eugenio III, a través del predicador Bernardo, con reyes cruzados como Enrique VII de Francia y Conrado III de Alemania. Durante toda la expedición hubo desacuerdos entre el emperador y los dos reyes, los cuales llegaron por separado a Tierra Santa y decidieron que Edesa era poco importante y se dirigieron hacia Jerusalén. Una vez allí, en vez de luchar contra Nur al-Din (hijo de Zengi) sitiaron Damasco, una ciudad independiente y aliada del rey de Jerusalén. Acabó en fracaso, y después de una sola semana, volvieron hacia sus países. Con esto consiguieron que Nur al-Din consiguiera Damasco.




Las Cruzadas







Fueron expediciones religioso-militares, organizadas durante el siglo XI al XIII por los cristianos (normalmente a petición del papado) contra los musulmanes para reconquistar Tierra Santa.




En realidad, estas campañas tenían unos intereses más personales, los cuales no coincidían con los que explicaban mediante la religión. Se trata del afán de la nobleza de expansión, del control comercial de Asia, ya que la ruta de Europa hacia a Asia (principalmente por especies) pasaba por allí, y la hegemonía del papado sobre esta zona santa.




El origen de la palabra proviene de la cruz hecha de tela que los soldados que participaban en las cruzadas llevaban como insignia.




Las cruzadas más importantes y mayoritarias fueron las dirigidas hacia oriente: Tierra Santa. Estas expediciones que fueron y son tan discutidas, tuvieron sus causas:




Todo tiene que ver con el Imperio Bizantino, con la capital en Constantinopla, en un lugar estratégico militarmente y comercialmente, en medio de todas las rutas comerciales. Era la ciudad más poderosa del momento. Con un gobierno centralizado y absoluto, y un gran ejército profesionalizado, Basilio II al poder, absorbió sin problema todos los pueblos de su alrededor. Pero tras la muerte de éste, fueron subiendo al trono del imperio emperadores incompetentes que llevaron a la debilidad del imperio, a la vez, que en Asia Central, unas tribus nómadas se hacían fuertes y se expandían. Una de las más importantes, los turcos selyúcidas, derrotaron al ejército imperial en la batalla de Manzikert, obligando al imperio ceder la mayor parte de los territorios de Asia Menor, y teniendo a los enemigos a pocos kilómetros de la capital. Esta tribu, también avanzó por el sur, conquistando la ciudad santa de Jerusalén, un año antes de la batalla de Manzikert. Estos dos hechos hicieron temer por el mundo cristiano de ser engullido. En 1801subió al trono del imperio un emperador más capaz, llamado Alejo Comneno, que quería hacer frente a los turcos. Pero vio que el solo no podía hacer nada contra ellos, por lo que buscó ayuda en occidente. Alejo quería vencerlos con sus tropas imperiales, junto con un ejército mercenario normando. Envió emisarios al Papa Urbano II para que le ayudara en el reclutamiento de los mercenarios, ya que la Iglesia en aquella época podía influir de manera sorprendente en Europa. Entonces convocó un concilio para exponer la petición de Alejo, y organizaron las cruzadas. Éstas de dividen en ocho cruzadas:







Primera Cruzada:




El Papa Urbano II puso en práctica después del concilio de Clermont la primer cruzada, llamada ¡Dios lo quiere!, que va desde 1096 hasta 1099. Fue dirigida por Pedro el ermitaño (Pedro de Amiens), formada por gente humilde sin ninguna experiencia bélica. Se dirigieron hacia oriente, provocando matanzas de judíos por el camino hasta llegar al Imperio Bizantino, donde Basileus los envió al otro lado del Bósforo, donde los mataron a todos sin dificultad. Después de esto, hubo otra cruzada, llamada la cruzada de los príncipes, más organizada y con contingentes armados y preparados. Estos recuperaron algunos territorios perdidos por los bizantinos anteriormente. Se dirigieron hacia el sur y pasaron por territorio selyúcida, donde consiguieron importantes victorias. Luego, conquistaron Antioquia, la cual no la devolvieron al imperio, sino que se la quedaron. Desde allí, fueron hacia Jerusalén, conquistando otras ciudades por el camino hasta la capital, la cual cayó en 1099, proclamándose primer rey a Godofredo de Bouillon.







Gracias a la división de los estados musulmanes, los cruzados pudieron estar sin problemas en Tierra Santa durante muchos años, conquistando algún territorio más y creando condados y aliados. Mientras estos se acomodaban y el espíritu que tenían por las cruzadas iba desapareciendo, en los musulmanes iban creciendo las ganas de reconquistar los territorios. Algunos caudillos unieron los estados musulmanes para enfrentarse a los cruzados y reconquistarlo. El primero fue Zengi, que conquistó uno de los estados de los cristianos llamado Edesa. Esto provocó la segunda cruzada:







Va desde 1145 hasta 1148. Fue promovida por el Papa Eugenio III, a través del predicador Bernardo, con reyes cruzados como Enrique VII de Francia y Conrado III de Alemania. Durante toda la expedición hubo desacuerdos entre el emperador y los dos reyes, los cuales llegaron por separado a Tierra Santa y decidieron que Edesa era poco importante y se dirigieron hacia Jerusalén. Una vez allí, en vez de luchar contra Nur al-Din (hijo de Zengi) sitiaron Damasco, una ciudad independiente y aliada del rey de Jerusalén. Acabó en fracaso, y después de una sola semana, volvieron hacia sus países. Con esto consiguieron que Nur al-Din consiguiera Damasco.










Más tarde, Balduino II atacó Egipto, lo que provocó la intervención de Nur al-Din en la frontera sur del reino de Jerusalén. Éste, dejó el cargo a su lugarteniente Saladino, el cual tardó poco a hacerse amo de Egipto, debido a su debilidad. Éste respetó el poder, pero cuando murió Nur al-Din, se proclamó sultán, matando la descendencia que tocaba reinar y dando comienzo a una nueva dinastía. Unificó a los musulmanes e impuso su control político y militar en todo el territorio. El rey del reino cristiano, Balduino IV, rodeado ya por un solo estado, se vio obligado a firmar treguas para retrasar el final. Pero cuando murió, el estado se dividió, y pasó a ser rey Guy de Lusignan, ya que estaba casado con su hermana. Éste apoyaba una política agresiva contra los musulmanes. El apoyo de los templarios, al frente de Reinaldo de Chatillon, y su mano dura, llegó a conquistar algunas plazas y lo llevo a enfrentarse directamente con Saladino como el quería. Ocurrió en los Cuernos de Hattin en 1187. Los cristianos fueron derrotados, dejando el reino indefenso, y el mismo año conquistó todo el territorio, menos algunas localidades costeras abastecidas, y Jerusalén.




Este hecho fue el fin y provocó la convocatoria de la tercera cruzada: (1189-92) por Gregorio VIII. En esta participaron los reyes cristianos más importantes: Ricardo Corazón de León, Felipe Augusto de Francia y Federico I Barbarroja, que estaba al mando del grupo, y apoyados por el emperador bizantino Isaac II, que faltó en su promesa de ayudarles. Siguieron la ruta terrestre, y este murió por el camino, lo que provocó la vuelta de sus tropas. Los ingleses y los franceses siguieron por ruta marítima y tomaron Acre el 1191, y siguieron hasta Jerusalén. Felipe, preocupado por problemas en su país y los desacuerdos con Ricardo, volvió y lo dejó al mando, el cual llegó cerca de Jerusalén, pero hizo una tregua por miedo a la derrota, y esperando otra cruzada. Pero este, volviendo a Europa fue muerto por una flecha y las esperanzas de los cristianos se desvanecieron, aunque resistieran en el litoral un siglo más.







Tras la tregua firmada en la tercera cruzada y la muerte de Saladino en 1193, hubo algunos años de relativa paz, en que el litoral no eran más que puertos de comercio para Italia. En 1199 el Papa Inocencio III, hizo renacer las ideas cruzadas al arzobispo de Maguncia, Conrado, y convocó la cuarta cruzada, que en un principio iba dirigida a Egipto. Este se unió al jefe de la coalición Bonifacio de Montferrato y con Alejo IV, para cambiar el destino de la cruzada y dirigirla a Constantinopla, los tres interesados en el basileus ahora de Alejo III. Instalaron a Alejo IV en 1203 como basileus, pero al no cumplir las promesas hubo disturbios en el imperio. Fue quitado del trono por los mismos bizantinos, y fue coronado Alejo V, que provocó la intervención de los cruzados en la conquista de la ciudad, en 1204. Con este hecho, fue el fin del imperio bizantino, y se deshizo en diferentes estados, griegos... el más importante el imperio de Nicea. Los cruzados crearon el llamado Imperio Latino, con una organización feudal y una débil autoridad sobre casi todos los territorios.







Quinta cruzada:(1217-21) Esta cruzada fue promovida por el papa Inocencio III de nuevo, y tomaron parte en ella muchos caballeros hispanos. Los cruzados pretendían conquistar Egipto, pero debido a derrotas militares y al desbordamiento del Nilo tuvieron que retirarse.







Sexta cruzada:(1227-29) Fue organizada por Honorio III y su sucesor, Gregorio IX, y dirigida por Federico II de Alemania, quien mediante la diplomacia obtuvo del sultán la cesión de Jerusalén, Belén y Nazaret, y el salvoconducto de los peregrinos en estas ciudades.







Séptima cruzada:(1248-54) Predicada por el papa Inocencio IV y dirigida por San Luis de Francia, conquistó Damieta, en Egipto, pero después fue derrotado y echo prisionero con todo su ejército.







Octava cruzada:(1270) Fue la segunda emprendida por San Luis, que termino con su muerte en Túnez. Las últimas posesiones cristianas en Palestina se mantuvieron en 1291, en que cayó San Juan de Acre.







Las cruzadas a parte de su valor como exponente de la fe religiosa, tuvieron una notable repercusión en varios aspectos de la civilización. Las ciudades se enriquecieron y vieron aumentados sus privilegios a costa de los príncipes y reyes ausentes; los reyes aumentaron su poder por el mismo motivo, lo que inició la decadencia del feudalismo, se desarrolló el comercio, se avivó el espíritu caballeresco, se ampliaron los conocimientos humanos, etc.







También hubo otras cruzadas no tan importantes:




Entre la cuarta y la quinta cruzada, hubo alguna que otra cruzada sin importancia, como la famosa cruzada de los niños, que un niño predicador con otros miles de niños recorrieron Francia y embarcaron para ir a Tierra Santa, pero nos capitanes los vendieron como esclavos (esta es la cruzada que aparecen el la historia del rey transparente, cuando Leola se está con el maestro y los ven pasar).




Además de las famosas cruzadas a Tierra Santa (la actual Israel, Iraq...) hubo otras cruzadas en otros lugares, por ejemplo en España, que desde el siglo VIII los reinos cristianos del norte de la península ibérica luchaban contra el emirato árabe, en la llamada Reconquista, y en alguna ocasión el Papa promulgó alguna cruzada contra los musulmanes de la península, como en la batalla decisiva y expulsión de los árabes en la Guerra de Granada el 1492.







En 1209 también hubo una cruzada albigense proclamada por el Papa Inocencio III para eliminar los cátaros en el sur de Francia (las cuales también aparecen en la historia del rey transparente, cunado Leola misma se pude decir que participa en la cruzada cuando se propone ayudar a los cataros/albigenses al llevar la carta que indicaba las posiciones y ataques de los enemigos, y uno de los albigenses es la señora de Lumière).







También hubo las llamadas cruzadas bálticas, que eran campañas militares por parte de Alemania, Dinamarca y Suecia, contra los paganos y cristianos infieles situados en la cuenca del Báltico, de ahí proviene el nombre de las cruzadas.



Más tarde, Balduino II atacó Egipto, lo que provocó la intervención de Nur al-Din en la frontera sur del reino de Jerusalén. Éste, dejó el cargo a su lugarteniente Saladino, el cual tardó poco a hacerse amo de Egipto, debido a su debilidad. Éste respetó el poder, pero cuando murió Nur al-Din, se proclamó sultán, matando la descendencia que tocaba reinar y dando comienzo a una nueva dinastía. Unificó a los musulmanes e impuso su control político y militar en todo el territorio. El rey del reino cristiano, Balduino IV, rodeado ya por un solo estado, se vio obligado a firmar treguas para retrasar el final. Pero cuando murió, el estado se dividió, y pasó a ser rey Guy de Lusignan, ya que estaba casado con su hermana. Éste apoyaba una política agresiva contra los musulmanes. El apoyo de los templarios, al frente de Reinaldo de Chatillon, y su mano dura, llegó a conquistar algunas plazas y lo llevo a enfrentarse directamente con Saladino como el quería. Ocurrió en los Cuernos de Hattin en 1187. Los cristianos fueron derrotados, dejando el reino indefenso, y el mismo año conquistó todo el territorio, menos algunas localidades costeras abastecidas, y Jerusalén.
Este hecho fue el fin y provocó la convocatoria de la tercera cruzada: (1189-92) por Gregorio VIII. En esta participaron los reyes cristianos más importantes: Ricardo Corazón de León, Felipe Augusto de Francia y Federico I Barbarroja, que estaba al mando del grupo, y apoyados por el emperador bizantino Isaac II, que faltó en su promesa de ayudarles. Siguieron la ruta terrestre, y este murió por el camino, lo que provocó la vuelta de sus tropas. Los ingleses y los franceses siguieron por ruta marítima y tomaron Acre el 1191, y siguieron hasta Jerusalén. Felipe, preocupado por problemas en su país y los desacuerdos con Ricardo, volvió y lo dejó al mando, el cual llegó cerca de Jerusalén, pero hizo una tregua por miedo a la derrota, y esperando otra cruzada. Pero este, volviendo a Europa fue muerto por una flecha y las esperanzas de los cristianos se desvanecieron, aunque resistieran en el litoral un siglo más.

Tras la tregua firmada en la tercera cruzada y la muerte de Saladino en 1193, hubo algunos años de relativa paz, en que el litoral no eran más que puertos de comercio para Italia. En 1199 el Papa Inocencio III, hizo renacer las ideas cruzadas al arzobispo de Maguncia, Conrado, y convocó la cuarta cruzada, que en un principio iba dirigida a Egipto. Este se unió al jefe de la coalición Bonifacio de Montferrato y con Alejo IV, para cambiar el destino de la cruzada y dirigirla a Constantinopla, los tres interesados en el basileus ahora de Alejo III. Instalaron a Alejo IV en 1203 como basileus, pero al no cumplir las promesas hubo disturbios en el imperio. Fue quitado del trono por los mismos bizantinos, y fue coronado Alejo V, que provocó la intervención de los cruzados en la conquista de la ciudad, en 1204. Con este hecho, fue el fin del imperio bizantino, y se deshizo en diferentes estados, griegos... el más importante el imperio de Nicea. Los cruzados crearon el llamado Imperio Latino, con una organización feudal y una débil autoridad sobre casi todos los territorios.

Quinta cruzada:(1217-21) Esta cruzada fue promovida por el papa Inocencio III de nuevo, y tomaron parte en ella muchos caballeros hispanos. Los cruzados pretendían conquistar Egipto, pero debido a derrotas militares y al desbordamiento del Nilo tuvieron que retirarse.

Sexta cruzada:(1227-29) Fue organizada por Honorio III y su sucesor, Gregorio IX, y dirigida por Federico II de Alemania, quien mediante la diplomacia obtuvo del sultán la cesión de Jerusalén, Belén y Nazaret, y el salvoconducto de los peregrinos en estas ciudades.

Séptima cruzada:(1248-54) Predicada por el papa Inocencio IV y dirigida por San Luis de Francia, conquistó Damieta, en Egipto, pero después fue derrotado y echo prisionero con todo su ejército.

Octava cruzada:(1270) Fue la segunda emprendida por San Luis, que termino con su muerte en Túnez. Las últimas posesiones cristianas en Palestina se mantuvieron en 1291, en que cayó San Juan de Acre.

Las cruzadas a parte de su valor como exponente de la fe religiosa, tuvieron una notable repercusión en varios aspectos de la civilización. Las ciudades se enriquecieron y vieron aumentados sus privilegios a costa de los príncipes y reyes ausentes; los reyes aumentaron su poder por el mismo motivo, lo que inició la decadencia del feudalismo, se desarrolló el comercio, se avivó el espíritu caballeresco, se ampliaron los conocimientos humanos, etc.

También hubo otras cruzadas no tan importantes:
Entre la cuarta y la quinta cruzada, hubo alguna que otra cruzada sin importancia, como la famosa cruzada de los niños, que un niño predicador con otros miles de niños recorrieron Francia y embarcaron para ir a Tierra Santa, pero nos capitanes los vendieron como esclavos (esta es la cruzada que aparecen el la historia del rey transparente, cuando Leola se está con el maestro y los ven pasar).
Además de las famosas cruzadas a Tierra Santa (la actual Israel, Iraq...) hubo otras cruzadas en otros lugares, por ejemplo en España, que desde el siglo VIII los reinos cristianos del norte de la península ibérica luchaban contra el emirato árabe, en la llamada Reconquista, y en alguna ocasión el Papa promulgó alguna cruzada contra los musulmanes de la península, como en la batalla decisiva y expulsión de los árabes en la Guerra de Granada el 1492.

En 1209 también hubo una cruzada albigense proclamada por el Papa Inocencio III para eliminar los cátaros en el sur de Francia (las cuales también aparecen en la historia del rey transparente, cunado Leola misma se pude decir que participa en la cruzada cuando se propone ayudar a los cataros/albigenses al llevar la carta que indicaba las posiciones y ataques de los enemigos, y uno de los albigenses es la señora de Lumière).

También hubo las llamadas cruzadas bálticas, que eran campañas militares por parte de Alemania, Dinamarca y Suecia, contra los paganos y cristianos infieles situados en la cuenca del Báltico, de ahí proviene el nombre de las cruzadas.

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